Coro de la Comunidad Amijai


Por el DIR. SEBASTIÁN BARROS

Barbijos, sillas separadas y el coro dividido en dos partes para ensayos al aire libre fueron la mejor opción para salir de aquellas pantallas que hasta entonces nos habían ayudado a poder continuar cantando durante la pandemia. De a poco se iba concretando el reencuentro entre los coreutas de Amijai, después de un año y medio sin verse.

Ya, hacia diciembre, pudimos empezar a juntar a aquellas y aquellos que se sentían más seguros, y el coro comenzaba a renacer de a poco, proyectando un concierto interno.

El regreso, luego de las vacaciones de verano, fue muy potente: volvieron las audiciones en las que se incorporaron nuevas y nuevos integrantes, volvieron los ensayos Tutti y las ganas de esos encuentros semanales que tanta falta nos hacían. Pero, así y todo, la nueva normalidad es bastante distinta a la vieja: hay otra conciencia, otros cuidados y la alegría, que aquel aislamiento nos había opacado un poco, volvió a brillar.

De a poco, las voces comenzaron a escucharse sin el filtro del tapabocas y el sonido de nuestro querido coro volvió a florecer. El papel de cada una y cada uno de los coreutas, su compromiso y su sentido de pertenencia, construyen una red amorosa y sonora, de la que da gusto ser parte.

Este trabajo creciente pudo, por fin, volver a concretarse en la «Noche Encantada» (6ta edición), en la que recibimos en nuestra casa a otros coros, y el canto coral fue el protagonista indiscutido.

Desde mi lugar, ¡GRACIAS a cada integrante del Coro de la Comunidad Amijai y a seguir cantando!

Dir. Sebastián Barros

También te puede interesar