Ulpán de Hebreo


Por MALKA TORGOVNICK Y ESTHER MINIAN

El ulpán es el centro de estudios de hebreo que –además de ser el idioma del Estado de Israel y la herramienta principal para comunicarse en la vida cotidiana allí– es un ingrediente medular del Pueblo Judío. El hebreo fue y es el único común denominador que unió a todos los judíos del mundo dispersos a lo largo de la historia.

El Ulpán de Hebreo ya es una marca registrada del Departamento de Promoción de Aliá de la Organización Sionista Mundial, con más de 100 aulas de todos los niveles, funcionando a pleno y un equipo de docentes en permanente capacitación con materiales de estudio que llegan directo desde Israel.

La experiencia en Israel, ya sea en modo turista o durante el proceso de Aliá se enriquece de manera exponencial cuando se maneja el idioma y estudiar en nuestros ulpanim es una posibilidad al alcance de todos. Denominados formalmente Merkazim Lehajanat Aliá, de este proyecto también forman parte la empresa Ofek Israelí, Keren Hayesod y la Agencia Judía.

NIVEL PRINCIPIANTES – MIÉRCOLES, 19.30 H
Orientado a quienes deseen conectarse con nuestro idioma milenario a partir de las primeras estructuras, vocabulario básico y adquisición de lecto-escritura. Esta habilidad les permitirá acercarse a las fuentes judaicas en su idioma original.
A cargo de la morá Malka Torgovnick

NIVEL BÁSICO (alfabetizados) – JUEVES, 18 H
Orientado a quienes conocen el alfabeto hebreo y quieren mejorar estructuras básicas, lectura, escritura, vocabulario y desarrollar la expresión oral y la comprensión auditiva.
A cargo de la morá Esther Minian

NIVEL INTERMEDIO – JUEVES, 20 H
Destinado a alumnos que quieren ampliar y afianzar sus conocimientos del idioma. Adquirir habilidades linguisticas básicas: lectura comprensiva, expresión oral y comprensión auditiva.
A cargo de la morá Esther Minian

NIVEL AVANZADO – MARTES, 19 H
Dirigido a alumnos que poseen un hebreo medianamente fluido y tienen como objetivo consolidar sus conocimientos del idioma, incorporar conceptos gramaticales, desarrollar habilidades de lectura comprensiva y expresión escrita. Con mayor énfasis en la conversación y comprensión auditiva.
A cargo de la morá Esther Minian

Testimonios

Hola, les cuento, tengo 57 años, mi hija acaba de hacer Aliá hace muy poquito tiempo.
Al enterarme de la noticia, sentí que aprender hebreo era importante.
Ella decidió junto con su marido construir su presente-futuro en Israel.
Esto me llevó a pensar mucho y me dije: «Se hace necesario que yo aprenda el idioma que mi hija y su familia tendrán como lengua cotidiana» , por lo cual me animé a intentarlo.
Estoy feliz de hacerlo…
Después de la jornada laboral todos los miércoles voy a la clase con un grupo de personas maravillosas, donde el respeto, el cuidado y el humor están presentes.
Se ha convertido para mí, en un espacio donde puedo relajarme y aprender al mismo tiempo, con naturalidad y espontaneidad.
La morá, (maestra) una persona dinámica, que demuestra entusiasmo y pasión por lo que hace.
Es constante su intención de invitarnos a aprender y a demostrarnos que todos podemos hacerlo, con constancia, dedicación y tiempo de estudio.
Agradezco a todas las personas que hacen posible este espacio e invito a que cada uno se anime a intentarlo.
Patricia Tenembaun

Mi nombre es Daniel Sela, tengo 26 años y ya hace 5 meses, desde marzo, que asisto todas las semanas al Ulpan de nivel inicial en Amijai. En mi caso, tomé la decisión de aprender hebreo porque voy a hacer alia en los próximos meses, y como varios olim me recomendaron, es ideal llegar a Israel con una base, como para uno sentirse más cómodo e integrado. Particularmente tuve la suerte de haber aprendido algo, aunque muy poco, de hebreo en el colegio, lo que me otorgó una cierta facilidad con respecto a las primeras clases, pero en cuestiones muy básicas como el abecedario, los conectores y alguna que otra palabra muy importante, como “glida” (helado). La verdad que aprender hebreo, más allá de ser una actividad que te saca de la rutina y ser un idioma relacionado intrínsecamente con nuestro pueblo, es algo que me entusiasma y me tomo muy en serio, no solo porque está conectado con mi futuro cercano, sino que a esto se le suma un dato no menor, que soy hijo de un israelí y la mayor parte de mi familia vive en ese país, lo cual implica un elemento emocional indudable. Ya en la primera clase, la mora al escucharme hablar, o mejor dicho, intentar hablar mi poco hebreo, me preguntó que hacía yo anotado en un ulpan, por mi acento israelí. Aunque yo sabía que mi conocimiento del idioma era casi nulo, no voy a negar que me entusiasmó que me dijeran que tengo acento, cosa que nunca me había pasado, y que seguramente le tenga que agradecer a mi padre por habérmelo inculcado sin darme cuenta. Hoy, ya con unas 20 clases encima, puedo decir que realmente aprendí muchísimo. Es imposible no darme cuenta que gané comodidad con el idioma, que puedo escribir y leer, aunque todavía con algunos errores, en imprenta y cursiva; pero para mí lo más importante es que adquirí mucho lenguaje que me va a servir en mi no tan lejana vida cotidiana dentro de Israel. Los alumnos (o talmidim por si me lee la mora) estamos muy contentos con cómo se están dando las clases y con la cantidad de conocimiento adquirido, por lo cual no tengo más que palabras de agradecimiento para con Malka, nuestra morá, que no solo nunca llega tarde y siempre nos saca absolutamente todas nuestras dudas, sino que también se nota el esfuerzo que hace por generar una dinámica con distintos tipos de actividades, que indudablemente hace mucho más llevadera y divertida la clase. Es de la misma manera que agradezco de todo corazón a Amijai, que todas las semanas nos están esperando con el aula preparada, siempre nos reciben con la mejor de las ondas y nunca dejan de invitarnos a seguir formando parte desde varias otras actividades. Para cerrar, solo tengo una cosa que agregar: aunque parezca difícil, porque las letras son medio raras y todo suene muy distinto a lo que estamos acostumbrados, si les da curiosidad no dejen de aprender hebreo. Les aseguro que a muy poco de arrancar van a quedar sorprendidos de lo mucho que aprendieron y de la comodidad que ganaron con el idioma. Se puede y es más fácil de lo que parece.
Daniel Sela

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