Los 1000 años de historia de la comunidad judía de Ucrania

Ucrania, la comunidad judía más numerosa de Europa en el pasado, tuvo una gran influencia en el desarrollo de la cultura judía ashkenazí.

La historia de la comunidad judía ucraniana se remonta a más de 1.000 años. La Zona de Residencia, un territorio en el límite occidental del imperio ruso, donde los judíos se vieron obligados a vivir desde fines del siglo XVIII, pertenece al país que alguna vez fue el hogar de más de un millón de judíos y constituyó la comunidad judía más grande de Europa hasta el comienzo de la Shoá. Esta nación ha desempeñado un papel importante en la historia judía ashkenazi, por ser el lugar de nacimiento del movimiento jasídico y tuvo un papel destacado en la cultura idish antes del Holocausto. El Baal ShemTov (el fundador del jasidismo), el dramaturgo idish SholemAleichem, el teórico marxista Leon Trotsky, el disidente soviético NatanSharansky y los primeros ministros israelíes Levi Eshkol y Golda Meir nacieron todos ellos en Ucrania. Y durante siglos, los judíos prosperaron allí, a pesar de los repetidos episodios de violencia antisemita que culminaron en el Holocausto y que provocaron la muerte de aproximadamente un millón y medio de personas, solo en esa región.

Primeros años

La presencia judía en Ucrania se puede verificar con certeza desde el siglo noveno, pero hay razones para pensar que puede remontarse incluso más atrás. Se cree que los jázaros, un pueblo túrquico que estableció un imperio comercial en el sur de Ucrania en el siglo VI, se convirtieron al judaísmo en el siglo VIII, pero no está claro si esto fue efectivamente así.

La presencia judía en Kiev puede establecerse con seguridad en el siglo X. Fuentes de El Cairo Geniza señalan una presencia judía en la ciudad desde el año 930. Para el siglo XII, los documentos históricos mencionan una «Puerta de los judíos» en la ciudad y al conocido talmudista, Moisés de Kiev. En diversos momentos, la comunidad judía fue próspera, activa comercialmente y en el uso del sistema de arrendamientos, mediante el cual se utilizaban grandes propiedades alquiladas con fines agrícolas. Siguiendo un patrón bastante conocido en la historia judía, el éxito económico convirtió a los judíos en blancos del antisemitismo violento.

Los judíos florecieron en Ucrania a principios del período moderno, convirtiéndose en una de las minorías étnicas más importantes del país. Entre los judíos más destacados de esta época estaban los hermanos Brodsky, Lazar y Lev, que se hicieron ricos en la industria azucarera y ayudaron a financiar un hospital, una sinagoga y una escuela de oficios judíos en el siglo XIX. Gran parte de la población judía se concentraba en las principales ciudades, pero muchos también vivían en innumerables shtetls, pequeños pueblos dispersos en el campo. La violencia antisemita era un lugar común. La comunidad judía de Kiev sufrió múltiples expulsiones, a finales del siglo XV y nuevamente en el siglo XVII. En ambos casos, la comunidad pudo restablecerse. En 1648, decenas de miles de judíos ucranianos fueron masacrados y cientos de comunidades judías destruidas por bandas cosacas dirigidas por Bogdan Chmielnicki, una tragedia que dio lugar a la aparición del falso mesías Shabbetai Zevi.

No sería esta la última vez que los judíos de Ucrania fueron las víctimas de una masacre. En 1768, miles de judíos fueron asesinados en Uman, una ciudad ucraniana que más tarde se convertiría en sinónimo del movimiento jasídico de Breslev, donde su fundador, el rabino Najman de Breslev, está enterrado. El pogromo de 1821 contra los judíos de Odessa se considera el primero del período moderno. Fue seguido por ataques similares contra judíos de dicha ciudad en 1859, 1871, 1881 y 1905. Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, se estima que entre 50.000 y 100.000 judíos ucranianos fueron asesinados en pogromos en el transcurso de unos pocos años.

Auge del jasidismo y de la cultura idish

Quizás en parte debido al sufrimiento generalizado entre los judíos ucranianos, el país se convirtió en un terreno fértil para la creatividad espiritual, cultural y política. Dentro de esta tendencia, una de las creaciones más significativas y duraderas fue el movimiento jasídico, cuyo fundador, el rabino Israel ben Eliezer, más conocido como Baal ShemTov (literalmente, «el maestro del buen nombre»), nació en un pequeño pueblo de Ucrania alrededor de 1700, al igual que muchos de sus discípulos. El Baal ShemTov se estableció en Medzhybizh, en el oeste de Ucrania, donde está enterrado. La ciudad era entonces un importante centro judío y muchos rabinos jasídicos prominentes nacieron allí, incluido el RebbeNajman. Desde Medzhybizh, el jasidismo se extendió a otras ciudades ucranianas, como Mezritch, Chernobyl, Belz y Uman, y de allí al resto de Europa del Este.

Judíos jasídicos fuera de la tumba de Nachman de Breslov en Omán, durante una peregrinación anual.

El jasidismo fue un movimiento popular que, en contraste con el paradigma judío dominante en aquel momento que buscaba la elevación espiritual a través de una gran dedicación al estudio, enseñó que incluso los judíos menos educados eran capaces de alcanzar un encuentro con Dios a través de diversas prácticas rituales, en particular, la oración extática. Pero el jasidismo no fue la única respuesta a la situación de los judíos de Ucrania. En el siglo XIX, Ucrania se convirtió en el centro de la Ilustración judía (Haskalah), que buscaba tanto la renovación cultural judía como una mejor integración con la sociedad circundante. Y posteriormente, fue cuna del incipiente movimiento sionista, que respondió a la violencia antisemita alentando el regreso de los judíos a su tierra ancestral en Israel.

Bajo la influencia de la Haskalah, los judíos ucranianos tuvieron un papel decisivo en el surgimiento de la literatura hebrea e idish modernas. Isaac Baer Levinsohn, nacido en la ciudad de Kremenets, en el oeste de Ucrania, escribió poesía hebrea y buscó difundir los ideales de la Ilustración entre los judíos del país. Sholem Aleichem, nacido como Solomon Naumovich Rabinovich en 1859 en Pereyaslav, al sudeste de Kiev, fue un dramaturgo idish, creador del personaje Tevi el lechero, más tarde inmortalizado en “El violinista sobre el tejado”. Jaim NajmanBialik, nacido en Ucrania en 1873, fue uno de los pioneros de la poesía hebrea moderna. Y Ajad Ha’am, un ensayista hebreo y uno de los principales pensadores sionistas, nació en el centro de Ucrania en 1856.

Uno de los primeros grupos sionistas se estableció en el este de Ucrania en 1882. Bilu, que tomó su nombre del versículo bíblico: «Beit Iaakov Leju Veneljá» – «Casa de Iaakov, venid y marchemos» (Isaías 2:5), estaba integrado por un grupo de estudiantes judíos idealistas, quienes comprendieron que la única forma en que los judíos podían vivir seguros era en su propia tierra, en la Tierra de Israel. Este grupo, que fue la primera organización sionista moderna, se estableció en Kharkiv y envió a algunos de los primeros colonos a Palestina ese mismo año. Ucrania también fue la cuna de algunos de los principales líderes de la empresa sionista. Los primeros ministros de Israel, Moshe Sharett, Levi Eshkol y Golda Meir nacieron todos en Ucrania. También Yitzhak Ben-Zvi, el segundo presidente de Israel (y quien estuvo en el cargo durante más tiempo). NatanSharansky, el refusenik soviético cuya difícil situación ayudó a impulsar la lucha por los judíos soviéticos en la década de 1980, nació en Stalino (ahora Donetsk) en 1948.

La Shoá

Incluso antes de la llegada de los nazis, el antisemitismo estaba muy extendido en Ucrania. En 1913, un judío ucraniano llamado Menachem Beilis fue juzgado en Kiev acusado de haber asesinado ritualmente a un adolescente dos años antes. Beilis finalmente fue absuelto y luego emigró a los Estados Unidos, pero el caso, al igual que el caso Dreyfus en Francia una década antes, convenció a muchos judíos del profundo antisemitismo en el corazón del Imperio Ruso y llevó a muchos a emigrar. Los pogromos violentos contra los judíos continuaron a lo largo del siglo XIX y en los comienzos del siglo XX. Durante la Primera Guerra Mundial y la revolución rusa de 1917, los judíos en Ucrania fueron objeto de una de las peores masacres en la historia judía. Unas 100.000 personas fueron asesinadas, violadas y torturadas durante varios años, y muchas otras quedaron sin hogar cuando sus pueblos fueron quemados. La violencia fue tan horrible que, cuando un judío ruso fue juzgado en París acusado de matar a uno de los líderes de la violencia antijudía, el jurado lo absolvió.

Sin embargo, la población judía se mantuvo vigorosa. Dependiendo de cómo se cuente, Ucrania albergó a la comunidad judía más grande de Europa poco antes de la invasión nazi, con una población de 2,7 millones de judíos, lo que equivale a alrededor del cinco por ciento de la población.

La parte occidental de la actual Ucrania estaba bajo dominio polaco cuando los alemanes invadieron Polonia en 1939, iniciando la Segunda Guerra Mundial. A la mayoría de la población judía de estas áreas le fue mucho peor que a los de las regiones central y oriental del país, donde cientos de miles huyeron hacia el este cuando los alemanes avanzaron hacia Ucrania en el verano de 1941. Poco después de la invasión, se produjo una de las peores masacres de la guerra en las afueras de Kiev, cuando en el transcurso de unos pocos días fusilaron a 33.000 judíos y los enterraron en una fosa común en Babi Yar (hoy en día conocido como BabynYar). Otros asesinatos en masa similares a éste (aunque menos numerosos) también ocurrieron en Lviv y Odessa.

Prisioneros de guerra soviéticos cubren la fosa común en el sitio de Babyn Yar en 1941. (Wikimedia Commons)

Babi Yar fue apenas un anticipo de lo que estaba por venir para los judíos de Ucrania. En lugar de deportar a los judíos a campos distantes como se hizo en otras partes de Europa, en Ucrania las fuerzas militares alemanas especiales mataron a la mayoría de la población judía cerca de donde vivían, a menudo en sintonía con colaboradores locales. En total, se estima que entre 1,2 y 1,6 millones de judíos fueron asesinados en Ucrania durante el Holocausto, lo que representa alrededor del 60 por ciento de la población judía de antes de la guerra.

Judíos ucranianos bajo el comunismo

Después de la guerra, los judíos que regresaron se encontraron con una recepción hostil por parte de sus vecinos ucranianos. Ucrania era una república dentro de la Unión Soviética, y como tal, el antisemitismo sostenido por el estado bajo el gobierno comunista hizo la vida difícil para los judíos. Aun así, unos 800.000 judíos vivían en Ucrania en la década de 1950, la mayoría concentrados en las ciudades más grandes del país. Pero como en otras partes de la Unión Soviética, la vida judía estaba muy restringida.

Como resultado, la población judía disminuyó sustancialmente en la segunda mitad del siglo XX. Después del colapso de la Unión Soviética, los judíos emigraron en masa. Se estima que alrededor del 80 por ciento de la población judía se fue, principalmente a Israel y a los Estados Unidos, después de 1991. Según los datos del censo de Ucrania, apenas 100.000 judíos permanecían en el país en 2001.

La judería ucraniana hoy

Las estimaciones de la población judía total de Ucrania en la actualidad varían mucho. El Instituto para la Investigación de Políticas Judías (“The Institute for Jewish Policy Research”) estima que la población judía es de 43.000 personas y lo que se denomina “población judía ampliada”, es de 140.000. Este último grupo incluye a personas de ascendencia judía que no se identifican a sí mismos como tales y a los cónyuges e hijos no judíos de judíos. El IJPP sitúa en 200.000 el número de judíos ucranianos que calificarían para emigrar a Israel según la ley de retorno del país. El Congreso Judío Europeo dice que la población judía podría incluso ascender a 400.000.

Con el colapso de la Unión Soviética en 1991, la vida judía comenzó a reconstituirse gradualmente en toda la región. Después de medio siglo en el que la sinagoga principal de Kiev era la única casa de culto judía en funcionamiento del país, hoy en día hay docenas. Según el EJC, hay 75 escuelas judías en Ucrania. En 2012, se inauguró el centro comunitario judío más grande de Europa en la ciudad oriental de Dnipro. Conocido como el Centro Menorá (Menorah Center), el edificio de 22 pisos que implicó una inversión de 100 millones de dólares se destaca en la ciudad e incluye un hotel, una sinagoga, lujosos baños rituales para mikve, un salón social y varios restaurantes kasher.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, asiste a una conmemoración de las víctimas de Babi Yar en 2021. (Getty Images)

En 2021, el gobierno finalmente inauguró un monumento a los judíos asesinados en Babi Yar después de años en los que el sitio estuvo solo marcado por un puñado de monumentos abandonados. Está previsto que en este sitio haya más adelante un museo, una sinagoga y otros monumentos. La ceremonia de inauguración estuvo presidida por VolodymyrZelensky, el comediante judío que se convirtió en el sexto presidente de Ucrania en 2019. “Ha llegado el momento de la memoria”, dijo Zelensky en la ceremonia, a la que también asistieron el presidente de Israel y la canciller de Alemania.


FUENTE:
My Jewish Learning. (2021). History of the Jews of Ukraine. myjewishlearning.com. https://www.myjewishlearning.com/article/history-of-the-jews-of-ukraine/?utm_source=mjl_maropost&utm_campaign=MJL&utm_medium=email

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