Milá, palabra de vida

Grupos de acompañamiento y orientación en duelo

Cuando perdemos a un ser amado, iniciamos un proceso de duelo que nos resulta largo, doloroso, por lo general desorganizante, complejo, y nos afecta profundamente la vida.
Atravesando ese tiempo de dolor, necesitamos el abrazo de una palabra.

MILÁ es un espacio de contención a todo aquel que se acerca a la Comunidad desde su necesidad de ser alojado y contenido en su proceso de duelo tras la pérdida de un ser querido.

En momentos de tanto dolor comprobar, por un lado, que uno no está solo reconforta, a la vez que permite normalizar las emociones desde la experiencia compartida.

Por otro lado, la persona que atraviesa un duelo se encuentra, especialmente durante el primer año, con distintas situaciones que debe confrontar. Y conocer cómo lo afrontan los demás resulta un aprendizaje para el propio recorrido.

La ayuda que propone el trabajo en grupo, se sostiene fundamentalmente en la escucha empática y comprensiva, aquella palabra que enfrenta a la verdad con crudeza desde el conocimiento profundo, sensible, que puede dar un par en el dolor.

En el espacio grupal de trabajo terapéutico del duelo, cada integrante es un agente activo del propio cambio, y del cambio en los demás.

Milá es la mano extendida que invita a transitar juntos el camino que lleve a transformar el dolor en amor y el amor en motor de vida.

En los últimos dos años, y en función de los tiempos tan difíciles que ha atravesado la humanidad toda, hemos habilitado nuevos espacios donde alojar las distintas necesidades.

Al día de hoy, Milá está conformado por cuatro espacios:

Grupo de VIUDEZ (Presencial): lunes a las 16.45 horas
Grupo de VIUDEZ (Virtual): miércoles 17.10 horas
Grupo de MADRES Y PADRES (Virtual): miércoles 16 horas
Grupo VIUDEZ TEMPRANA (Presencial): lunes 15 horas

Coordinación: Lic. Marina Degtiar y Lic. Elisa Pulver
Entrevistas de admisión: Lic. Débora Kulesz



Compartimos los testimonios de algunos de los participantes del espacio:

El 27 de diciembre del 2020 enviudé y sentí que yo también había muerto. Entre todo ese dolor y llanto apareció una luz que me terminó rescatando: Milá. El equipo más generoso, más contenedor, más clarificador en ese momento de duelo. “El dolor no tiene religión” me dijeron y me abrazaron. Todos somos iguales, todos lloramos a nuestros muertos y lo que es realmente sanador, lo compartimos. Gracias Milá por ayudarme a reconstruir mi vida.
Marta V.

«MILA”. PALABRA. Cada encuentro con nuestros pares en el dolor nos permite poner palabras donde no hay palabras. Tenemos la posibilidad de conectarnos y abrir nuestros corazones con la intención de que podemos construir una nueva realidad junto al recuerdo de nuestros hijos. Milá es un alimento al alma.
Gracias Marina. Gracias Elisa.
Raquel J.

Milá brinda un espacio que valoro mucho (abierto a miembros de diferentes comunidades y religiones) en el que las personas que recientemente hayan sufrido la pérdida por fallecimiento de su pareja se encuentran con sus pares, pudiendo expresar libremente lo que les pasa y lo que sienten, (a veces no entendible para el resto de la sociedad), para ayudar y ayudarse a seguir sanando juntos.
Daniel H.

Ser recibida, contenida y reconfortada por el equipo profesional de Milá y las otras familias que estábamos viviendo el peor momento de nuestra vida que es perder un hijo, me ayudó a ir transitando ese dolor y pasando por las etapas donde uno cree que no puede seguir. Amijai permite a través de este camino volver a caminar por la vida.
Gabriela G.

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